Tocado pero no hundido. Así sale de la 11ª etapa el australiano Ben O'Connor (Decathlon AG2R), que mantiene el liderato de la Vuelta a España tras la 11ª etapa pero ha sufrido en la explosiva subida al Puerto de Cruxeiras (2,9 km al 8,9%), cediendo 37" con rivales directos como Primoz Roglic, Enric Mas, Mikel landa o Carlos Rodríguez.
O'Connor reconocía en la meta de Padrón que pasó "un mal momento" ante rivales que habían sido superiores. "Se puede decir que he tenido un mal momento, sí. Era un final muy explosivo, y ha habido unos cuantos rivales que han estado muy fuertes. No es el peor escenario para mí, pero no soy ingenuo y sé que hay muchos corredores que son muy peligrosos en esta carrera", dijo.
O'Connor cedió en la subida a Cruxeiras con sus rivales directos de la general, especialmente Primoz Roglic, quien atacó con dureza en el último puerto, y el balear Enric Mas, los dos ciclistas que se han mostrado como los más fuertes cuando la carretera se empina. Son el segundo y tercero de la general (a 3´16" y 3´58", respectivamente) y la mayor amenaza para poder mantener su maillot rojo.
"He tenido días mejores, y esta es la historia de la Vuelta por ahora: un día bueno, uno regular, uno bueno, uno regular… Espero que pueda cambiar esto y que cada día sea un buen día", concluyó el asutraliano, que se aferra a su sueño en rojo en la ronda española.