Un año y doce días después de su tremendo accidente que casi le cuesta mucho más que su carrera ciclista en la Vuelta a Polonia, Fabio Jakobsen volvió a la vida y emocionó a todos con su triunfo en Molina de Aragón. No es la primera vez que gana tras su caída el pasado año pero sí es la primera en una grande, la Vuelta, que ya le había visto levantar los brazos en dos ocasiones anteriormente. “La Vuelta ya es parte de mi vida, gané antes de todo lo que me ha pasado y ahora vuelvo a ganar aquí”, decía, “esto es la confirmación de mi regreso y ya quiero dejar atrás mi accidente”.
No tiene dudas en señalar que ésta es la victoria “más bonita de toda mi carrera. Para mi era un sueño estar en la Vuelta simplemente”. Ahora que todo ha cambiado para él, que es otra persona y otro ciclista, confiesa que en los sprints “soy algo más cuidadoso, no es que toque más el freno pero sí que dejo más distancia con los demás corredores”.
El calvario que ha sufrido, desde la caída, los meses ingresado y el camino de regreso es lo que le ha hecho, dice, más fuerte. “Ahora para mi el dolor de piernas que puedo sufrir en los últimos 300 metros cuando aprieto para el sprint no es nada comparado con todo lo que he tenido que pasar”.
😍¡Todo el mundo está contento por @FabioJakobsen! Las emociones después de la cuarta etapa de #LaVuelta21
— La Vuelta (@lavuelta) August 17, 2021
🎥Everybody's happy for Fabio! Watch out the emotions after today's sprint 💚@deceuninck_qst pic.twitter.com/MYbI36Aif0
Narra que “todo empezó con operaciones para ser una persona normal, ponerme los dientes y reconstruirme y luego ya empecé a pensar en volver a ser ciclista”. Y contó que “Muchas veces, tras todos esos esfuerzos que tenía que hacer en la recuperación y entrar en el quirófano pensaba en cómo sería esto, volver a correr una grande”. Ya lo ha logrado y además, regresando también a la senda del triunfo.
Es la crónica de un último año de calvario con final feliz. “Para todos un año pasa rápido pero no para mi”. Tuvo también un recuerdo especial “para todos los médicos que cuidaron de mi, para mi novia y mi familia que me apoyaron desde el principio y siempre creyeron que esto iba a suceder”. Y sucedió.