El francés David Gaudu (Groupama FDJ) se ha impuesto en la 17ª etapa de la Vuelta que se ha disputado entre Sequeros y el alto de La Covatilla, de 178,2 kilómetros, en la que el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) conservó el liderato por tan solo 24 sobre el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos).
Gaudu, de 24 años, ya venció en La Farrapona y volvió a lucirse en solitario en la Covatilla, donde entró celebrando su doblete, por delante de Gino Mäder (NTT), segundo a 28’’, y Ion Izagirre (Astana), tercero a 1’05’’.
En el grupo de favoritos atacó Carapaz a poco menos de 4 km para el final, soltando al líder Primoz Roglic, pero el ecuatoriano, en un emocionante final, solo pudo limar unos 20’’. De esta forma, Roglic es el virtual ganador de la Vuelta por segundo año consecutivo a falta de la etapa de trámite de Madrid.
Le acompañarán en el podio Richard Carapaz, 2º a 24’’, y el británico Hugh Carthy (Education First), 3º a 47’’ respectivamente. Enric Mas (Movistar) no pudo progresar en la clasificación, a pesar de la crisis de Dan Martin (Israel Start Up Nation), que mantiene la 4ª plaza, y el balear finaliza la Vuelta 5º a 3’36’’ de Primoz Roglic.
Etapa 17 - Stage 17 | #LaVuelta20
— La Vuelta (@lavuelta) November 7, 2020
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Última oportunidad para desbancar a Primoz Roglic del liderato definitivo de La Vuelta y para acceder a los puestos de honor en el podio, ocupados al inicio de la jornada por Richard Carapaz y Hugh Carthy. Así se planteaba la 17ª etapa de la ronda española, con final en La Covatilla (Esp, 11,4 km al 7,1%), previo paso por el Portillo de las Batuecas (1ª), los altos de San Miguel de Valero, Cristóbal y Peñacaballera (3ª), y La Garganta (2ª), poco antes de la ascensión final a la estación de esquí salmantina.
Un exigente test final, endurecido por las bajas temperaturas, el viento, la lluvia intermitente y la niebla que esperaba a los corredores en la cima de la Covatilla, a 1.965 m. de altitud. A pesar de todo ello, la carrera daba inicio a un ritmo enfurecido, en busca de una fuga de garantías, ya desde los primeros compases. Un grupo numerosos de unos 30 corredores, entre los que se encontraban Remy Cavagna (Deceuninck-Quickstep), Ivo Oliveira, Rui Costa y David de la Cruz (UAE Emirates), Guillaume Martin (Cofidis), David Gaudu (Groupama FDJ), Ion Izagirre y Omar Fraile (Astana), Imanol Erviti, Jorge Arcas y Nelson Oliveira (Movistar).
La fuga comenzaba la ascensión al Portillo de las Batuecas (10,1 km al 6,5%) con casi dos minutos de ventaja sobre un pelotón donde Jumbo-Visma ya se dedicaba a marcar el tempo de la carrera, y sin que se produjeran movimientos entre los hombres de la general. El elevado ritmo de los UAE en el grupo cabecero provocaba que la diferencia se fuera hasta los 3’45’’ en la cima del puerto, dando paso a un peligroso descenso.
La renta de la escapada se mantenía al inicio del alto de San Miguel de Valero, a 100 km del final, sin que la lluvia y el frío concedieran tregua alguna a los ciclistas, que lograban mantener un elevado ritmo de carrera en todo momento, a pesar de las circunstancias. Y con los UAE al mando de la fuga, realizando un trabajo inmenso de un David de la Cruz que se había fijado como objetivo el triunfo de etapa y, por qué no, avanzar posiciones en la general –algo que finalmente lograría, hasta el 7º puesto-.
Sin tregua, llegaba la tercera ascensión del día, el alto de Cristóbal, con Robert Gesink (Jumbo-Vismo) incrementando ligeramente el ritmo al frente del pelotón, y provocando una ligera disminución de la renta del grupo cabecero hasta los 3’10’’. Aún así, los hombres de la general, con aspiraciones a mejorar sus posiciones, parecían aplazar la batalla hasta los últimos kilómetros, a partir del alto de La Garganta (km 130).
Mientras llegaba ese momento, Armirail (Groupama FDJ) comenzaba a echar una mano de los UAE en cabeza de la fuga, y los Astana y los Movistar permanecían a la expectativa. Los primeros, pensando en asestar el golpe para llevarse la etapa, ya fuera con Fraile o con Izagirre. Y los telefónicos, a la espera de recibir instrucciones desde atrás.
De hecho, Arcas se descolgaba desde la escapada hasta el pelotón para ponerse a tirar a bloque junto a sus compañeros, reemplazando al equipo del líder al frente del gran grupo, y endureciendo el ritmo, previsiblemente, para algún ataque de Mas, Soler o Valverde. La lluvia, por suerte, daba una tregua y desaparecía como 'excusa' para la batalla.
De la Cruz bonificaba en el sprint intermedio de Montemayor del Río, certificando la ambición de la apuesta del corredor catalán del UAE en el día de hoy. La fuga coronaba el alto de Peñacaballera con unos 2’30’’ de renta sobre el pelotón, donde Movistar continuaba al frente, sumando un Nelson Oliveira al ‘treno’, también ‘llamado a filas’ desde la fuga.
Con 37 km por delante, llegaban las primeras rampas del inédito y atractivo alto de La Garganta (11,4 km al 4,9% con máximas del 10%), con Carlos Verona reivindicándose, una vez en esta temporada, al frente del pelotón, y reduciendo la ventaja de la fuga por debajo ya de los 2’. Si alguno de los escapados quería mantener opciones de victoria en La Covatilla, tendrían que moverse en breve.
Marc Soler aportaba algo de sentido al trabajo de Movistar, atacando en la zona más dura de la subida, a 5 km de coronar y marchándose en solitario en busca de los hombres de cabeza, donde Rui Costa y Armirail se turnaban al frente del mismo, pero ya con mucha fatiga en sus piernas. De hecho, el catalán del equipo telefónico coronaba con apenas 30’’ de desventaja respecto a los primeros, y Erviti se descolgaba para ayudarle a conectar. Algo que lograrían nada más finalizar el descenso.
Por detrás, Jumbo-Visma volvía a reinar, sin registrar ni un solo movimiento de Carapaz, Carthy, Martin o Mas. Y la ventaja de los fugados volvía a incrementarse ligeramente. Sobre el empedrado repecho de Candelario, Mäder (NTT), Izagirre (Astana) y Donovan (Sunweb) tomaban una veintena de segundos de renta sobre sus compañeros de fuga, mientras el pelotón se iba ya hasta los 3 minutos de desventaja. La victoria de etapa, por tanto, parecía estar delante, a pocos kilómetros de comenzar la ascensión final. Y la victoria en La Vuelta, ante la falta de ofensivas, cada vez más cerca de Primoz Roglic.
El trío cabecero afrontaba las primeras rampas de La Covatilla con 44’’ de ventaja sobre sus ex compañeros de fuga, y más de 4’ sobre el pelotón. A Soler y De la Cruz se les escapaba la victoria de etapa, tras haberlo buscado con empeño a lo largo del día, y a los rivales del líder se les agotaban las oportunidades para ponerle en dificultades.
El vasco del Astana lo volvía a intentar a falta de 5,5 km de la conclusión, marchándose, ahora sí, en solitario, pero seguido muy de cerca por Mäder, y por un descomunal David Gaudu que, desde atrás, superaba a ambos corredores a 4.000 metros del final, abriendo hueco progresivamente y luchando contra el viento que habitualmente sopla en esta cumbre. Clase a raudales la que destila este bretón de 24 años.
Por detrás, Vlasov buscaba su momento de gloria, dejando a Roglic solo con un compañero, Sep Kuss. Tras el ruso, Hugh Carthy lanzaba su apuesta, haciendo ceder al correoso norteamericano, y llevándose consigo a Roglic, Mas y Carapaz. El líder, a ritmo, salía a cerrar todos los huecos sin dificultades aparentes. Dan Martin perdía fuelle. Y Mas lo probaba, aunque sin demasiado convencimiento.
El que sí lo daba todo, en una apuesta decidida, era Richard Carapaz, que asestaba un potente ataque, a unos 4 km del final, haciendo ceder a todos sus rivales, incluido Primoz Roglic, que prefería regular y jugar con su exigua ventaja. Si bien pronto se vería que más que regular, lo que no tenía eran piernas. El ecuatoriano rápidamente abría un hueco de 25’’, la mitad de lo que les separaba en la general, y el síndrome del Tour perdido comenzaba a apoderarse del líder.
Un gran David Gaudu se proclamaba vencedor en la cima de La Covatilla, seguido de Mäder a 28’’ e Izagirre, a 1’05’’. Pero la batalla estaba detrás; Carthy soltaba a Roglic y Mas, con la ayuda de Soler, intentaba distanciar al máximo a un Dan Martin en crisis. Y de paso, indirectamente, acercar a Roglic hacia su objetivo. 17’’ separaban a Carapaz de la victoria en La Vuelta, a falta de 1 km para el final.
El esloveno, finalmente, lograba resistir, y salvar el maillot rojo por apenas 24’’ ante un valiente Richard Carapaz, que seguramente aún se esté lamentando por no haberlo intentado antes o no haber estado acompañado de un Ineos más potente en esta ocasión.
Este domingo, la decimoctava y última etapa que pondrá fin a La Vuelta, se disputará en la Comunidad de Madrid, con un trayecto de 139,6 kilómetros con salida en el Hipódromo de La Zarzuela y meta junto a la Plaza de Cibeles, en el corazón de la capital.
Clasificación etapa
Clasificación general
