Especial Bicis Gravel: test Kuota Kobble

El diseño de su cuadro y horquilla -ambos de carbono- se ha orientado a lograr la máxima absorción de las irregularidades del terreno.

José V. Gisbert.

Especial Bicis Gravel: test Kuota Kobble
Especial Bicis Gravel: test Kuota Kobble

Entre los cuatro modelos Kobble que Kuota ha diseñado para el segmento gravel, la marca italiana puso a nuestra disposición su tope de gama con el grupo Shimano específico para esta disciplina: el GRX RX800 en su versión Di2 y monoplato. Pero el protagonismo del conjunto también recae sobre el cuadro y horquilla -ambos de carbono-, en el que se ha orientado su diseño a la absorción de las irregularidades del terreno, principalmente en triángulo trasero gracias a unos tirantes muy planos y curvados que flexan con semejanza al de un sistema de suspensión por ballestas. El cableado oculto y la sujeción de la tija del sillín mediante una cuña interna son detalles que consiguen una limpieza de líneas a la altura de modelos actuales para ruta.

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Las ruedas Mavic son las más modestas de la gama Allroad, pero incluyen radios de tiro recto y la garantía de buen diseño o alta robustez de la firma gala, pionera en el uso del sistema tubeless. La elección de las cubiertas nos parece adecuada, resultando las IRC Boken -con 44 mm de anchura una vez montadas- un buen compromiso entre agarre, comodidad y comportamiento en superficies duras y mixtas.

El grupo estrella de Shimano para gravel es un lujo gracias a la suavidad y precisión a la hora de subir o bajar coronas. Para evitar el golpeteo de la cadena con la vaina en tramos bacheados, el cambio permite aumentar la tensión de la pata al accionar una palanca. Los desarrollos, un casete 11-42 combinado con un plato único de 42 dientes, nos pareció adecuado para el tipo de usuario de una Kuota Kobble: un ciclista que no suele ir de paseo, pero que tampoco quiere subir atrancado las subidas más empinadas. Nada que objetar a la potencia y manillar Deda, gracias a su calidad y al disponer este último de una apertura en ángulo de la parte inferior. La tija Kuota, con mástil de carbono, queda rematada en un sillín Selle San Marco Dirty muy plano pero que no resultó incómodo.

Especial Bicis Gravel: test Kuota Kobble

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Especial Bicis Gravel: test Kuota Kobble

Su geometría no depara sorpresas, asemejándose a la de otros modelos gravel exigentes. No sabemos hasta qué punto tienen que ver los tirantes planos y las vainas achatadas en la zona central con la absorción de los baches y la comodidad de la Kobble mientras rodábamos. En modelos de carretera, con ruedas rígidas y estrechas cubiertas a alta presión, sí hubiese sido más evidente, pero en el caso del gravel un buen diseño -o malo- del cuadro y horquilla no es tan evidente. Pero toda ayuda es bienvenida y, con el paso de los kilómetros, la fatiga disminuirá gracias a la mejora en la absorción de las irregularidades de la superficie por la que rodamos.

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Destacamos

El grupo Shimano GRX RX800, en su versión electrónica Di2 y para un único plato, es una delicia en cuanto a rapidez y precisión del cambio, también cuenta con un acertado diseño de las manetas o la potencia y dosificación de los frenos incluso en las condiciones más adversas. El particular diseño del cuadro, concretamente en el triángulo trasero, nos ayudará a gestionar la filtración de los baches para alcanzar nuestro destino menos castigados.

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