Todo comenzó hace 80 años durante una dura carrera con unas temperaturas glaciales y un equipamiento que distaba mucho de ser precisamente el ideal. Antes de emprender la subida, Tullio Campagnolo se disponía acambiar la rueda trasera pero al tener las manos heladas y casi entumecidas por el frío le fue imposible aflojarla, además de cortarse la mano en el intento. En ese preciso instante, al haber perdido la carrera a causa de una ineficiencia mecánica, Campagnolo decidió que se encargaría personalmente de encontrar una solución mejor. Al regresar a casa se puso manos a la obra en la trastienda del taller de su padre y diseñó el primer mecanismo de cierre rápido del mundo. Pese a que solamente necesitaba ser funcional, Campagnolo produjo un prototipo elegante, tan bonito como revolucionario. Todo esto acontecía en 1933. Sin embargo, este mismo proceso se ha ido repitiendo una y otra vez a lo largo de los 80 años de historia de la empresa.
1) Identificar una necesidad o un área que necesite mejorar
2) Innovar constantemente para encontrar soluciones únicas y funcionales.
3) No conformarse con la simple funcionalidad, sino buscar también la elegancia.
Este proceso, que Tullio Campagnolo estableció ese mismo día de 1933, se ha ido repitiendo cientos y cientos de veces durante todos estos años, convirtiéndose en la filosofía empresarial de Campagnolo hasta nuestros días. Impulsada por la misma pasión por el ciclismo que llevó a Tullio recorrer infinidad de kilómetros en condiciones extenuantes, Campagnolo siempre se ha dedicado en cuerpo y alma a mejorar la experiencia del ciclismo de ayer y de hoy. La pasión por el ciclismo llevó a la empresa a colaborar en estrecha relación con los mejores ciclistas, no sólo para mejorar sus prestaciones, sino también para mejorar el ciclismo del mundo amateur. La pasión por el ciclismo en general también llevó a la empresa a colaborar con los mejores fabricantes de cuadros para encontrar soluciones que fueran elegantes y funcionales. Estas colaboraciones, que se establecieron hace más de 80 años, se siguen manteniendo hoy en día. Dado que este año celebramos los 80 años de constante innovación, lo más lógico es que todos aquellos con quienes hemos compartido y seguimos compartiendo nuestra fantástica aventura puedan disfrutar de estas fiestas con nosotros. Una de las celebraciones tuvo lugar en la sede de la empresa durante la llegada del Giro de Italia a Vicenza y asistieron muchos miembros de la “familia" Campagnolo. Lamentablemente no existe una carpa suficientemente grande para poder acoger a todoslos amantes y aficionados del ciclismo, quienes también han compartido esta larga y fantástica historia con nosotros.Sin embargo, esperamos que todos y cada uno delos ciclistas Campagnolo celebren este importante hito con nosotros. A pesar de que no todo el mundo pudo asistirfísicamente a la celebración y disfrutar en persona, nos
complace compartir con todos vosotros este breve vídeo con los acontecimientos del día, que esperamos sea de vuestro agrado.