Carlos Sastre sigue, paso a paso, su andadura hacía el Giro de Italia. En todas las carreras que ha disputado desde el inicio de temporada ha ido experimentando una progresiva mejora en su rendimiento y en sus sensaciones. Hoy ha concluido satisfecho, la clásica de la cerveza, la Amstel Gold Race. Hasta la penúltima subida anduvo en el grupo de los favoritos. Al final fue trigésimo octavo, a tres minutos de Serguei Ivanov. "Es una carrera que hacía ocho años que no la corría. Desde mis tiempos en la ONCE. Y la verdad es que aunque es una carrera que no se adapta precisamente a mis condiciones, he salido bastante satisfecho de ella", comenta el corredor del equipo Cervélo. "Esta clásica es muy complicada, porque tiene muchos puntos que encierran cierto peligro. Muchas entradas en poblaciones, el nerviosismo que hay en el pelotón por entrar en las cotas en buena posición. Afortunadamente no me he visto envuelto en ninguna de las caídas que se han producido y, aunque las últimas dos horas se ha rodado muy rápido, he podido concluir los 260 kilómetros muy cerca del primer grupo de corredores, lo que hace que me sienta optimista en mi apuesta por llegar a la salida del Giro en la mejor de las condiciones", asegura el abulense. Sastre emprendió viaje para España nada más terminar la carrera, ya que el próximo miércoles recibirá la medalla de oro al mérito deportivo, por la mañana, en Madrid y el Premio Castilla y León del Deporte, por la tarde en Ávila. "Son dos compromisos a los que no podía renunciar. Esta semana me servirá también para preparar mi última carrera antes del giro, la Liège-Bastogne-Liège, el próximo domingo", concluye el vencedor del último Tour.
Carlos Sastre acabó satisfecho la Amstel Gold Race
El abulense asegura que va por buen camino en su preparación del Giro de Italia
