Debido a la irritabilidad financiera que están viviendo los mercados y al constante incremento de la conciencia medioambiental que, de manera imparable, crece en la sociedad, el mercado de la bicicleta mundial se está consolidando como uno de los que mejor futuro augura.
Si hasta ahora era la faceta deportiva la que mantenía vivo a este sector en nuestro país, en un futuro muy cercano hay que tener presentes a los usuarios urbanos como alternativa macroeconómica del gremio.
Las cifras hablan por si solas: la cotización de Giant Manufacturing, el mayor fabricante de bicicletas del mundo, alcanzó máximos en Taipei, 89,2 nuevos dólares de Taiwán (1,9 euros) por la especulación de que el encarecimiento del crudo hará que más consumidores opten por esta forma de transporte. Las ventas de Giant, con sede en Taiwán, se duplicaron en abril hasta 23,1 millones de euros, con lo que el crecimiento de los beneficios en los primeros cuatro meses del año fue del 47% en comparación con un incremento del 23% en todo 2007. Las ventas de Merida, también con sede en Taiwán, han aumentado un 2,5% este año.