Según los datos manejados, 2019 registró la venta de 1.26 millones de bicicletas. Un incremento interanual del 20.4%. Debido a ello, el negocio del ciclismo minoristas movió más de 1800 millones de euros. Por si esto fuera poco, los datos de 2021 son aun más esperanzadores, ya que se han superado los 2000 millones de euros en ventas. Con estos datos, queda claro que el deporte de las dos ruedas está viviendo una nueva época dorada. ¿Pero es tan solo un deporte o hay algo más en su atractivo?
El ciclismo en las apuestas deportivas
La primera conexión que encontramos entre ciclismo y otras actividades no deportivas (al menos no directamente) nos conduce a la industria del entretenimiento. En la última década, las casas de apuestas deportivas han experimentado un crecimiento drástico en Occidente en general y en España en particular. Basta con consultar una lista de Time2play de las mejores casas de apuestas deportivas en línea actuales para convencerse de la nutrida oferta disponible a día de hoy.
Por lo tanto, los aficionados al ‘sillón ball’ ya no solo disponen del ciclismo como ingrediente perfecto para potenciar el amodorramiento posterior a las comidas veraniegas. Gracias a las apuestas deportivas, el ciclismo ha generado interés en personas que, hasta hace no mucho, lo veían como un deporte aburrido e incluso indigno. La emoción de estudiar las etapas de montaña o de contrarreloj para ver qué corredor puede salirse victorioso y apostar por él es única.
El ciclismo y la ‘gamificación’
Vivimos en una época ultratecnológica. Además, el culto a la imagen parece estar en el punto más álgido de la historia de la humanidad. Esto hace que los deportes vayan más allá de la simple práctica de ejercicio como evasión. Basta con ver las estadísticas de un partido de fútbol. ¡Ahora puedes saber cuánto ha corrido cada futbolista y en qué partes del campo ha estado más presente durante el transcurso del encuentro!
Esta tecnología punta tiene también utilidades en el ciclismo. Hablamos de aplicaciones sofisticadas que permiten conectar redes sociales y deporte, así como acceder a un monitoreo más profesional que otra cosa. Algunas de ellas, por ejemplo, te permiten publicar tus entrenamientos al detalle, así como calcular distancias recorridas, calorías quemadas, velocidad media de la sesión… ¡Solo tienes que equiparte con unas buenas zapatillas de ciclismo y a explorar!
Algunas incluso brindan acceso a rutas para que no tengas que perder demasiado tiempo buscando lugares por los que poder andar en bicicleta a tu ritmo. Además, la mayoría te permiten estar en contacto con otros ciclistas, así como «competir» con ellos para ver quién lo hace mejor en un tramo específico. Hablamos, por tanto, de una forma divertida de mantenerse en forma que va más allá de lo que entendemos tradicionalmente como práctica de un deporte.
Un medio de transporte sano y versátil
La bicicleta se postula como una alternativa ecológica y altamente versátil para la movilidad por ciudad. Cada vez más personas se decantan por ella como modo de transporte preferencial a la hora de ir y venir del trabajo. Y esto se nota en la mejora que se ha llevado a cabo en las últimas décadas en España, donde ciudades como Vigo cuentan actualmente con amplios tramos de carril bici.
Pese a estos avances, todavía queda mucho por mejorar en nuestro país. Basta con echar un vistazo a la capital de España. Madrid cuenta actualmente con unos 130 km de carril bici en ciudad y otros 130 km en la periferia. Puede parecer una cantidad considerable. Sin embargo, si lo comparamos con otras ciudades de Europa, como París, la cifra se muestra paupérrima. La capital francesa ostenta la friolera de 700 km de carril bici. Vamos, ¡que todavía hay mucho trabajo por hacer, aunque se avanza en buena dirección!
Ciclismo como modo único para explorar el entorno
El ciclismo es algo más que un deporte por su flexibilidad espacial. Cuando uno se reúne con sus amigos para jugar al baloncesto, o decide ir individualmente a la piscina, dispone de un escenario concreto para la práctica del deporte. Esto no sucede con la bicicleta. Sobre todo si te decantas por el ciclismo de montaña. España es un país muy rico en zonas verdes o montañosas. Por eso mismo, coger la bicicleta en tu tiempo libre puede ser una forma inigualable de conocer tu país, visitando rutas poco transitadas y con vistas únicas. ¡Y es mucho más divertido si te decides a ir acompañado!