No lució el sol en el estreno del arco iris del nuevo campeón del mundo Tadej Pogacar, pero el de UAE lo hizo brillar arrasando en el Giro de la Emilia. Como hace una semana en el Mundial, Pogacar demostró que está en otro nivel y se tomó la revancha en una carrera que se le había escapado en 2022, ante un fantástico Enric Mas aquel día, y en 2023 ante su compatriota Primoz Roglic. NI la lluvia ni la niebla han podido impedir que el arco iris saliera hoy en tierras italianas.
El Giro de la Emilia es una carrera histórica, nacida a principios de siglo XX, y que hoy Pogacar le ha hecho justicia. Impresionante que ya lleve 24 victorias (con Tour, Giro y Mundial entre ellas) y la 25 puede caer en el Giro de Lombardía dentro de una semana. Dicen que el maillot arco iris es gafe, pero si Evenepoel esta temporada ha demostrado que a él no ha hecho efecto la maldición, poco ha tardado Pogacar en demostrar que su talento está por encima del maleficio.
El ataque está vez no fue a 100 kilíometros, pero fue directamente en la primera de las cuatro subidas al Santuario de Nuestra Señora de San Luca (con rampas de hasta el 18%) cuando atacó y se marchó con la resistencia del norteamericano del Visma Jorgenson que fue el único que al menos intentó resistir el hachazo de Pogacar. Quitando el ex-corredor de Movistar el resto parecen resignados ante el poderío del nuevo campeón del mundo de ciclismo. En meta el dominio quedó manifestado en los más de casi dos minutos sobre el inglés Thomas Pidcock, segundo en meta. Destacar la excelente tercera plaza del italiano de Polti, el equipo de Alberto Contador, Davide Piganzoli.
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