Cualquier tipo de dolor muscular o articular requiere de la supervisión inmediata de un facultativo, pero en los momentos iniciales de padecerlo, podemos reducir las molestias utilizando algún tipo de antiinflamatorio.
No solo podemos padecer una de estas dolencias a causa de un traumatismo, las malas posturas en nuestro día a día, las sobrecargas como consecuencia de las horas pasadas delante del ordenador, las contracturas debidas pequeños esfuerzos por cargar pesos o el desgaste de las articulaciones como consecuencia de la edad pueden ser los desencadenantes de la inflamación articular.
Una buena solución es la de utilizar antiinflamatorios tópicos son geles o cremas que contienen un antiinflamatorio, como el ibuprofeno, cuya aplicación sobre la piel resulta mucho más adecuada que los tradicionales antiinflamatorios orales para el tratamiento del dolor localizado. El uso de este tipo de cremas, geles o ungüentos tópicos nos permite reducir el excesivo consumo de medicamentos vía oral que se realiza hoy en día así como minimizar sus efectos adversos en nuestro organismo.
Una solución cómoda y rápida para este tipo de molestias muy unidas a la práctica deportiva.
