El músculo y sus habitantes

Conoce la fisiología del único motor que mueve la bicicleta

Chema Arguedas

El músculo y sus habitantes
El músculo y sus habitantes

Cuando estamos liando la marimorena en la grupeta y alguno está haciendo repaso a nuestro árbol genealógico, no paramos a pensar en la que se está organizando por ahí dentro, en nuestras piernas. Se están liando a tortas, algunas lloran porque no han visto nunca tanta suciedad dentro de su casa, suciedad o ácido láctico, una situación que al final se traduce en que me quedo, que me quedo... ¡esperarme al café en el punto de encuentro! ¡Ay, si hubieses hecho aquellas series!

Cuando hacemos cualquier salida, una de las primeras sensaciones que percibimos son nuestras piernas, nuestros músculos. Expresiones como ¡Hoy no tengo piernas! ¡Voy sin cadena! ¡Qué dolor de patas llevo! ¡Qué espeso me encuentro!, etc., etc. Todas estas expresiones, son referencia clara a nuestros músculos.

Un dolor de piernas, puede estar unas veces justificado, e incluso puede ser síntoma claro de que vamos por buen camino y otras veces síntoma de que nos estamos pasando de vueltas y nos hemos pasado de la raya.

En el músculo, como no podía ser de otra forma, tiene gran importancia la herencia genética. La composición y la distribución de nuestras fibras musculares pueden ser las culpables, de mover más desarrollo para subir un puerto, reciclar con más facilidad el ácido láctico, una respuesta más rápida de cara a un sprint... en definitiva calidad muscular.

Pero tenemos la gran suerte de que podemos educar a los habitantes que se encuentran en su interior, interferir en su funcionamiento para que sean más eficaces a la hora de trabajar, y en definitiva moldearlos para llegar a ser un buen cicloturista. Estos habitantes son a los que me refería al principio, los que se liaban a tortas por respirar y coger aire, para poder trabajar.

Cuando vas en la fila, a bajas pulsaciones y con unas sensaciones aceptables, no son las mismas que a los que les va dando el aire en la cara.

Misma carretera, misma velocidad, y aún en el caso que fuese un clon nuestro el que va delante tirando, las fibras musculares, el corazón, las enzimas, sustratos, etc., no se encuentran trabajando del mismo modo si no les has enseñado.

La composición del músculo es mayoritariamente agua, prácticamente el 75%. El resto son proteínas y en un porcentaje muy inferior, un 5% sales inorgánicas.

Está compuesto por miles de fibras. Dentro de esas fibras, se encuentran las células y dentro de éstas, es donde se encuentran estos habitantes responsables de facilitarnos la realización del ejercicio: las enzimas, las mitocondrias y demás sustancias. Todos ellos entrenables y alterables en mayor o menor medida.

Dentro de las fibras musculares se encuentran las miofibrillas.

El músculo recibe una orden nerviosa y por reacciones de tipo bioquímico en su interior, las convierte en energía mecánica. La orden nerviosa que recibe el músculo proviene de las neuronas.

Las miofibrillas musculares son ricas en dos proteínas como la actina y miosina, que conjuntamente y en reacción con otros elementos, como sodio, potasio y calcio, permiten la contracción del músculo. Por los pocos detalles que hemos dado hasta ahora, te darás cuenta la importancia que tiene el estar bien hidratado y apoyado con sales minerales.

Estas miofibrillas se encuentran inmersas en el sarcoplasma, que es donde se encuentran estos elementos, así como los alimentos que va a utilizar el músculo, como pueden ser gránulos de grasa o la glucosa, además de otros.

A través de los vasos capilares, el músculo, va a recibir el alimento para trabajar, crecer o recuperarse y para eliminar productos de desecho, así como el anhídrido carbónico.

El músculo está compuesto por dos tipos de fibras:

-          Fibras lentas o rojas

 

-          Fibras rápidas o blancas

 

Vamos primero con las fibras rojas. Principalmente, son fibras de tipo aeróbico. También se les conoce como fibras tónicas o tipo I.

Son las que tienen un protagonismo máximo durante el periodo de acondicionamiento, cuando hacemos la base de temporada. Trabajan cuando llevamos ritmos medio-bajos.

Son muy resistentes a fatigarse, si están bien abastecidas de oxígeno, consecuentemente de tener un flujo sanguíneo adecuado. De ahí la importancia de hacer el mayor número de vasos capilares a su alrededor. Reciben aproximadamente unos 10 impulsos nerviosos por segundo.

Si el oxígeno tiene un papel relevante en su funcionamiento, podrás deducir que tienen gran cantidad de mitocondrias y enzimas de tipo aeróbico. También dispone de una alta concentración de mioglobina. La mioglobina es una proteína que se encuentra en el tejido muscular y es la encargada almacenaje y transporte del oxígeno dentro del músculo. En el corazón, por ejemplo, también existen altas concentraciones de mioglobina. Vamos a ver qué son esos otros "habitantes" que se encuentran dentro de las fibras musculares:

 

Mitocondrias: Una mitocondria es un orgánulo celular (orgánulo es la parte de una célula que desempeña la función de un órgano) que haciendo una comparación es una caldera. En dicha caldera, tiene lugar la combustión de los distintos sustratos que utiliza para transformarse en bioenergía.

Aquí es donde tiene que ver la intensidad que llevemos, para utilizar un sustrato u otro.

Las mitocondrias se multiplican en número y tamaño, como consecuencia del ejercicio aeróbico continuado. Es una de las adaptaciones fisiológicas que tienen lugar durante el periodo de acondicionamiento general. No todas las fibras musculares, como luego veremos, contienen gran cantidad de mitocondrias. Las mitocondrias se encuentran flotando en el interior de la célula, pudiéndose desplazar de un lado a otro de la misma.

 

Enzimas: Una enzima es una proteína que cataliza (acelera) reacciones de tipo químico dentro de nuestro organismo. Son las "currantes", las encargadas de transformar el alimento que llega a nuestro músculo a través de la sangre, para hacerlo comestible e ingrese en el interior de la mitocondria.

Dependiendo de la intensidad a la que nos estemos ejercitando, el músculo escogerá el tipo de alimento que necesita en cada caso. Unas veces serán acidos grasos y en otras glucosa. Unas están especializadas en trabajar con el oxígeno de sobras y elaborar el ingreso de las grasas en las calderas o mitocondrias y otras están especializadas en trabajar con déficit de oxígeno y transformar la glucosa para el ingreso en la mitocondria. En definitiva realizan las reacciones químicas y su velocidad, para que el músculo se contraiga.

Y como no podía ser de otra manera, nosotros somos los responsables con nuestro entrenamiento, de hacerlas más eficientes y más especializadas. Con el entrenamiento, vamos a facilitarles situaciones que nos vamos a encontrar en muchos momentos y educarlas a maniobrar.

La cantidad de enzimas que tengamos en el músculo,  la temperatura, el grado de acidez al que se encuentra nuestra sangre y la cantidad de alimento o de sustratos del que disponen, son distintos factores que van a condicionar su trabajo.

Ahora veamos las fibras blancas o de contracción rápida. Se les conoce como fibras de tipo II o fásicas. Reciben unos 40 impulsos por segundo, y tienen contracciones muy potentes y muy rápidas. Necesitan mucho menos tiempo que las fibras rojas, para alcanzar grandes tensiones.

Principalmente estas fibras son de tipo anaeróbico. Como podrás deducir, al trabajar con poco oxígeno, no han desarrollado muchos vasos capilares, al no reunir las condiciones adecuadas. También son escasas en mitocondrias y mioglobina. Y las enzimas encargadas de trabajar en este tipo de fibras y las que más abundan en su interior, son las enzimas anaeróbicas. Las fibras blancas, tienen una subdivisión:

-Fibras de tipo IIa, que son dentro de las blancas, las más aeróbicas

-Fibras de tipo IIb, que son rápidas más puras. Son las requeridas en los momentos de más intensidad y mayor rapidez. Son fibras típicas de los esprinters, por ejemplo.

 

El tipo de fibras tiene un carácter genético, muy importante. El poseer un porcentaje de fibras blancas más elevado, te da más posibilidades de destacar en determinadas especialidades, ya que del mismo modo que hay un determinado tipo de fibras blancas que son entrenables, a la hora de concederles más carácter aeróbico y transformarlas en rojas, no es posible transformar fibras rojas en blancas.

Por lo que el que tenga más fibras blancas, te quitará las pegatinas al sprint.