Hay dos formas básicas de subir: Sentado o de pie sobre los pedales. Pedaleando sobre el sillín pasaremos la mayor parte del tiempo durante la escalada, pero podemos ponernos de pie para aliviar la musculatura o en caso de encontrarnos con un unos metros con mayor porcentaje y no queremos subir coronas, en un cambio de ritmo, etc. No hay una regla fija sobre cuanto tiempo estaremos sentados o de pie, lo que a cada uno le pida el cuerpo.
Posición incorrecta de la manos. Cuando nos ponganos de pie, las manos han de ir sobre las manetas de freno –también llamadas escaladores- o en la curva inferior del manillar cuando querramos demarrar en plena subida, si agarramos el manillar en la parte superior, cerca de la potencia, pedalearemos con inestabilidad
Bailando. Hay que acompasar los brazos con la pedalada mientras inclinamos la bicicleta de lado a lado, pero sin exagerar o estaremos desperdiciando energía. Tampoco debemos agarrar con fuerza las manetas, sólo hay que apoyarse en ellas o no podremos balancearnos con fluidez. Los brazos van flexionados.
Como una tabla. No sólo no se balancea hacia los lados sino que agarra las manetas con fuerza y lleva el cuerpo demasiado erguido –los brazos estirados le delatan-. Con esta postura no durará ni medio puerto.
Un buen apoyo. En puertos largos se tiende a llevar las manos en la parte superior del manillar –también llamada cruz- bien separadas, para así relajar las extremidades superiores y la espalda. Podemos agarrarlo con toda la mano o simplemente apoyar las palmas cuando la carretera sea lisa para no darnos un susto.
Manos demasiado juntas. De esta manera lo único que vamos a conseguir es inestabilidad y a la mínima corrección de la trazada podemos acabar en el arcén o, peor aún, en el suelo.
En las manetas. Esta posición nos permite pedalear con más fuerza aunque en puertos largos podemos terminar acusándolo. Lo ideal es ir alternando las dos posiciones de las manos en el manillar: en las manetas y en la parte central.
No llega. Con las manos cerca de las manetas no logramos llegar a los frenos con rapidez ante un imprevisto. Cuando ponemos así las manos puede ser debido a una mala costumbre o porque vamos muy estirados en la bicicleta y no llegamos a las manetas.
Recorriendo menos metros. Puedes acortar distancia apurando el arcén derecho en las curvas a derechas y pegado a la línea en las curvas a izquierdas. Centímetro a centímetro se pueden ahorrar unos cuantos metros al llegar a la cima del puerto.
Qué peligro... No sólo recorre más metros sino que pisa la línea creando una situación de peligro para los usuarios de la vía. Además, puede ser multado por cometer una infracción.