El verano es un buen momento para replantear nuestra dieta e introducir buenos hábitos que prosperen los próximos meses de otoño. Tomar más fibra y reducir las dosis de azúcares es la regla de oro de este verano; pues, “la dieta de los españoles debería ser más rica en fibra dietética y disminuir la ingesta de azúcares simples y grasas animales", aconseja la Dra. Mónica Bulló, Profesora Investigadora en la Unidad de Nutrición Humana del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili de Reus (Tarragona).
Recordemos que una dieta rica en fibra (entre 25 y 30 gramos diarios) reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, cáncer, derrame cerebral y diabetes tipo 2, entre otras enfermedades crónicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En comparación con el resto de países europeos, “el consumo de fibra en nuestra dieta es extremadamente limitado”, señala la Dra. Bulló, que añade que “estamos perdiendo el hábito de introducir algunos alimentos en nuestras comidas habituales, olvidando que son una fuente de fibra muy importante”. Y, si bien el contenido de frutas y verduras en la dieta mediterránea es elevado, su consumo es cada vez menor.
La ración diaria de pistachos recomendada por los expertos de la salud equivale a 49 unidades o a unos 28 gramos diarios que nos aportan 2,9 g de fibra; ello representa más del 10%, de los 25 o 30 gramos que nuestro organismo requiere a diario. Además, el Dr. Ramon Estruch, consultor del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic (Barcelona) y uno de los impulsores de la Dieta Mediterránea, explica que, “el pistacho posee propiedades prebióticas que ayudan a aumentar las bacterias probióticas beneficiosas. Son fibras que protegen el organismo de las infecciones y regulan el sistema inmunológico de la mucosa en el tracto digestivo”.
Por su parte, la OMS estima que por cada 8 gramos de fibra consumidos disminuimos entre un 5 y un 27% el total de muertes e incidencias de enfermedades cardiacas, diabetes tipo 2 y cáncer de intestino.
Sustituir el azúcar y las grasas por frutas y verduras
El consumo de azúcar actúa de manera positiva en nuestro organismo, sobre todo desde el punto de vista deportivo, puesto que se trata de un alimento de absorción rápida y aportación de energía; el tema se complica con la ingesta demasiado elevada de azúcar. El Dr. Estruch, sugiere fijarse en las grasas mono y poliinsaturadas y en este sentido, explica que “la mayoría de las grasas mono y poliinsaturadas del pistacho son grasas saludables, recomendadas para conservar el corazón sano”.
Los 2,2 g de azúcares no saturados favorecen el desarrollo de los tejidos y contribuyen a reponer los depósitos de glucógeno.
Más información y estudios: www.americanpistachios.es
Los pistachos utilizados en los distintos estudios han sido cultivados en California y tienen un perfil nutricional diferente al de los pistachos recolectados en otros países. Además, los pistachos cultivados en Estados Unidos se ha comprobado que también son una fuente vegetal de proteína completa. Una ración de pistachos (28 gramos o 49 piezas) es una excelente fuente de cobre y de proteínas, fibra, vitamina B6, fósforo y tiamina.