Recién aterrizado de Asia, donde combinó vacaciones, diversión y trabajo participando en los critériums de Singapur y Saitama, Héctor atiende a Ciclismo a Fondo en una charla distendida en la que pronto choca la seguridad de un discurso y una mentalidad alejada de lo que cabría esperar en un chico de sólo 18 años. A pesar de cerrar su etapa juvenil como uno de los mejores corredores de su generación, Álvarez no tiene prisa y se ciñe al plan trazado junto a Markel Irizar más de un año antes de su estreno como sub-23.
En 2026 continuará formando parte del filial de Lidl-Trek (Lidl-Trek Future Racing) completando eso sí gran parte de su calendario junto al equipo WorldTour, antes de dar el salto definitivo en 2027 y descubrir entonces sí las grandes clásicas.
ARROPADO EN LIDL-TREK
- ¿Qué balance haces de tu temporada de debut con Lidl-Trek?
- Muy bueno. Después de un inicio que no fue como esperaba a causa de caídas y lesiones, busqué encontrar mi nivel a lo largo del año y lo conseguí gracias al buen calendario que me dieron los directores, muy adaptado a mis características. Pude acabar el año contento y con el equipo también satisfecho por mi rendimiento. Creo que he asentado una buena base para seguir progresando el año que viene.
- ¿Cómo se gestó tu fichaje por el equipo?
- Desde juveniles de primer año ya me seguían. Recuerdo que las primeras conversaciones las tuvimos durante el Mundial de Glasgow. Markel me presentó el proyecto que iba a nacer al año siguiente y me preguntó si quería formar parte de él. Durante mi segundo año de juvenil ya participé con ellos en varias concentraciones y desde el principio me sentí superapoyado y superarropado por el equipo, así que decidí firmar con Lidl-Trek.
- ¿Qué más te empujó a anteponer su propuesta por encima del resto?
- Lidl-Trek es como una familia. Creo que es un rasgo que se ve desde fuera y que refleja cómo funciona este equipo. Eso es lo que me llevó a decidirme por ellos. Miran mucho por el corredor y más que fijarse en los números o los valores lo hacen en la forma de correr y en cómo se desenvuelve cada uno. La suma de todos nosotros ha creado una familia y un entorno en el que se trabaja a gusto. Cuando se trabaja así se trabaja bien.
- ¿Cuál es el plan que te presentaron para tus dos primeros años en el filial?
- Tengo mucha suerte de que con Markel haya sintonía y ambos coincidamos en ir poco a poco, pensando en futuro, dando siempre pequeños pasos para no tropezarse o cometer fallos que incluso nos hagan retroceder. No me meten presión y me dejan crecer sabiendo que si tenemos calma y trabajamos bien puedo estar delante con los mejores dentro de tres o cuatro años. Esa filosofía también me hizo tomar la elección de Lidl-Trek. Nunca me ha gustado dar pasos demasiado grandes. La opción de subir directamente al WT la descarté rápido porque quería completar dos años en un filial para seguir desarrollándome. Tanto yo como el equipo sabemos que tengo mucho que mejorar.
- Corristeis un muy buen Mundial pero os quedasteis sin medalla. Pasado un tiempo, ¿qué lectura extraes de esa carrera?
- Mi conclusión es que hay selección para el futuro. Terminamos tres en el top 10, siendo además dos de primer año y Pau Martí de 2004. Creo que es un balance
positivo para el ciclismo español y hay que pensar que aunque se fueron las medallas tenemos muchos años por delante. Cuando ves la repetición parece más fácil que cuando estás ahí y analizas qué podrías cambiar, como reservarme un poco más ya que venía de la escapada. Pero siempre es más sencillo analizarlo desde la barrera, así que hay que estar satisfecho sabiendo que tanto Finn como Widar partían con dos puntos más que el resto. Jarno tuvo un día malo en el Mundial, pero Lorenzo no. Intenté ir por delante para sorprenderle aunque no pude, así que sólo queda felicitarle.
- El bronce en el Europeo sirvió para quitarse ese sabor un poco agridulce.
- Cuando consigues un metal te relajas un poco más. No es un maillot pero sí una medalla que después de toda una temporada sabe a gloria. Finn y Widar repetían como favoritos en una carrera más fácil de controlar que el Mundial, con tres subidas muy marcadas de veinte minutos y cuatro de cinco minutos. Cada paso se hacía más duro, selección natural hasta que nos quedamos un grupo de unos diez. En la última vuelta Bélgica puso un ritmo infernal desde abajo del último repecho, Widar arrancó, Decomble le siguió y el resto nos jugamos el bronce al sprint.
- Sin dejar la selección a un lado, te perfilas como la gran baza de España el próximo año tanto en el Mundial como en el Europeo sub-23.
- Ese era otro de los motivos para no ascender tan rápido al primer equipo. La idea era seguir en el equipo Continental para disputar de nuevo tanto el Mundial como el Europeo sub-23. Ambos son circuitos que no me vienen nada mal y serán dos de los principales objetivos de la temporada 2026.
PREDILECCIÓN POR LAS CLÁSICAS
- Has brillado en las carreras de un día, pero tampoco lo has hecho nada mal en pruebas por etapas. ¿Qué tipo de ciclista te consideras?
- Lo he hablado mucho con Markel y con el resto del equipo. Aún no sabemos hasta dónde puedo llegar y qué tipo de corredor puedo ser. Es cierto que no soy un escalador puro, pero me gustan las clásicas, me gusta esprintar; me gusta todo. Veremos. No me quiero cerrar ninguna puerta todavía, ya que tengo mucho tiempo para desarrollarme y ver en qué puedo destacar. Por gustarme me gustan más las clásicas que las vueltas, aunque una vuelta de una semana también me puede venir muy bien.
- Sin embargo, es bien conocido cuál es tu carrera favorita.
- Durante los dos años de juvenil me enamoré de París-Roubaix. Es una prueba en la que he ido mejorando año a año, pero esta temporada sufrí una caída antes de llegar al pavé que me obligó a retirarme. Sigo con las mismas ganas de intentar ganarla alguna vez. Es una carrera en la que tienen que acompañarte tanto las piernas como la suerte. Ojalá el año que viene sea así y en un futuro pueda convertirme en el primer ganador español.
- ¿Sientes responsabilidad o presión cuando se te señala como uno de los nombres a seguir dentro de un ciclismo español falto de grandes resultados?
- Está claro que vas escuchando cada vez más tu nombre, pero todavía hay mucha gente por delante mía. Quiero dar mis pasos poco a poco y no siento ninguna presión. A los aficionados les pediría que tengan paciencia. Un Pogacar no aparece de un día para otro, hay que dejar a los ciclistas crecer. Seguro que en el futuro habrá españoles disputando en la punta.
- ¿Cuál será tu hoja de ruta en 2026 dentro de Lidl-Trek?
- La idea es correr casi todo el calendario con el equipo WT. Clásicas ProSeries y .1 y vueltas también de esa categoría. Además, compaginarlo con varias carreras junto al equipo devo como Tour del Porvenir -que a partir de 2026 se disputará por equipos comerciales-, París-Roubaix y quizá alguna más. Lo que tenemos claro es que será un calendario muy centrado en el equipo WT para prepararme para el salto en 2027, siguiendo un poco lo que se ha hecho este año con mi compañero Jakob Söderqvist. Otro de los objetivos puede ser conseguir mi primera victoria como profesional. Personalmente, me gustaría estar en la Volta a la Comunitat Valenciana. Siempre he ido a verla y ojalá entre en mi calendario, aunque hasta diciembre no sabré algo más concreto.
AYUSO Y VAN AERT
- ¿Qué opinas de la llegada de Juan Ayuso a la estructura?
- Compartir equipo con otros ciclistas españoles siempre es plato de buen gusto. Coincidí con él en Alemania en la primera concentración y quedamos para vernos en la siguiente en diciembre, pero de momento no he hablado mucho con él. Lidl-Trek busca ser el mejor equipo del mundo y tiene que apostar por este tipo de corredores para conseguirlo.
- ¿Tienes algún referente dentro del pelotón?
- Van Aert. Siempre ha sido mi corredor favorito por su trayectoria y su forma de competir. Me fijo mucho en él porque me gusta como ciclista y me encantaría poder acercarme algún día a lo que ha conseguido.
El reto olímpico: objetivo Los Ángeles
Su estreno en profesionales no ha aparcado el apetito de Héctor Álvarez por la pista, disciplina en la que en 2025 se proclamó campeón europeo sub-23 de omnium, hito que ya logró como júnior -en la imagen inferior-. "Desde que empecé en alevines me ha encantado la pista y por suerte siempre he podido compaginarla bien. En Lidl-Trek no les parece mal, quiero seguir así y por qué no estar en los próximos Juegos Olímpicos". La limitación de cupos por país y las opciones y alternativas que destapa que uno de los seleccionados para las pruebas en carretera también participe en disciplinas dentro del velódromo es otro factor que puede jugar a favor de un corredor que de cara a Los Ángeles contará todavía con sólo 22 años.
Una modalidad que se disputará en el Carson Velodrome de la ciudad californiana, la instalación de estas características más grande de Estados Unidos, construida justo al lado de donde se encontraba el velódromo ahora demolido que se utilizó para la Juegos de 1984. "Está claro que el omnium y la madison son las dos pruebas olímpicas importantes en el fondo, las dos me llaman y me gustaría seguir compitiendo en ellas". En ese sentido, antes de viajar a Asia para su gira de critériums de final de temporada, Héctor se estrenó en un Mundial élite a finales de octubre en Santiago de Chile, formando pareja junto a Albert Torres en una madison en la que no pudieron pasaron del décimo puesto horas después de que el balear conquistara el arcoíris del omnium. "Mi balance es bueno, ya que por desgracia no tuve la mejor preparación. Acabé el Europeo un poco fatigado y llegué a la madison con las últimas fuerzas. Pero queríamos aprender, probar con una nueva pareja y seguir creciendo como dúo".
