Mikel Landa ha sido el único ciclista que ha logrado enlazar en el último lustro el doblete Giro-Tour con brillantez y solvencia. Fue el mejor escalador de la Corsa Rosa, encadenando actuaciones espectaculares en la última semana camino de Bormio, Ortisei y Piancavallo, y en la Grande Boucle llegó hasta el cuarto puesto, a tan solo un segundo de alcanzar el podio de los Campos Elíseos, a pesar de correr sometido a los intereses de su líder, Chris Froome. Una demostración de capacidad y talento que, junto a su carácter descarado y atrevido, ha maravillado al aficionado al ciclismo, que como uno de los grandes alicientes del 2018 desea descubrir hasta donde será capaz de llegar con el maillot del Movistar Team.
Pero si las sensaciones con las que cerro el curso fueron inmejorables, después de dejar en bandeja la Clásica de San Sebastián a su compañero Mikal Kwiatkowski y dominar la Vuelta a Burgos a su antojo, ganando dos etapas y conquistando la general por delante de David de la Cruz y Enric Mas; más dudas despertó en un arranque de temporada irregular que provocó que tuviera que compartir galones como líder en el Giro con Geraint Thomas.
En Italia, la moto mal estacionada de un carabinieri antes del primer gran final en alto acabó con los sueños tanto del galés como del propio Landa y nos privó de dos corredores con piernas de podio y quién sabe si algo más. Un hecho que salió a la luz, al menos en el caso del vasco, con la victoria de etapa en Piancavallo, las segundas plazas en Bormio y Ortiseo y la consecución del maillot de la montaña. Un estado de forma sensacional que mantuvo en el Tour de Francia, donde en ocasiones pareció ser el único ciclista con capacidad para desestabilizar la carrera y la posición del maillot amarillo, que a su vez era su compañero y jefe de filas. Una paradoja que dio lugar al célebre #FreeLanda y uno de los momentos de mayor emoción de la carrera con su ataque en el Izoard.
Landa se prometió tras quedarse un segundo del podio de París que jamás volvería a sucederle nada igual. Tener piernas de campeón y no poder exprimirles todo el jugo. Una circunstancia que no podemos asegurar que no vaya a repetirse pues a partir del próximo curso compartirá techo con Valverde y Quintana. Esperemos que no haya que recurrir más al #FreeLanda y en 2018 podamos descubrir cuál es el techo de este escalador genial.
LAS CIFRAS DE MIKEL LANDA EN 2017
* 26º Ránking UCI World Tour
* 28º UCI World Ranking
* 4 victorias
- 19ª etapa del Giro de Italia
- General de la Vuelta a Burgos ( dos victorias de etapa)
* Grandes Vueltas
- 17º en el Giro de Italia
- 4º en el Tour de Francia
* Vueltas por etapas
- 6º en la Vuelta a Andalucía
- 31º en la Tirreno-Adriático
- Abandono en la Volta a Catalunya
- 5º en el Tour de los Alpes
- 1º en la Vuelta a Burgos
* 81 días de competición
* 10 top-3
* 23 top-10
Ciclismo a Fondo brindará un año más la oportunidad a sus lectores de elegir al mejor ciclista del año, un premio que en las últimas campañas le otorgasteis a Peter Sagan (2016), Alejandro Valverde (2015), Alberto Contador (2014) y Purito Rodríguez (2013). En los próximos días os iremos presentando, a través de un análisis de su temporada, uno a uno a los diez candidatos que hemos seleccionado para participar en la votación y cuando todos hayan sido desvelados abriremos el plazo para que ofrezcáis vuestro veredicto.