El danés Michael Valgren (Astana), ganador este año de la Omloop Het Nieuwsblad, se apuntó su segundo triunfo de 2018 al imponerse en la Amstel Gold Race por delante del checo Roman Kreuziger (Mitchelton-Scott) y el italiano Enrico Gasparotto (Bahrein-Merida), curiosamente tres excompañeros de equipo. Valgren, uno de los dos ciclistas de su equipo que rodaban en el grupo de ocho unidades que se había destacado en cabeza de carrera tras el paso por el Bemelerberg, la última de las 28 cotas repartidas por los 261 kilómetros de la cita de Limburgo, atacó a menos de 2,5 kilómetros para la llegada.
Inicialmente sólo Kreuziger tapó el hueco, aunque una tardía reacción acercó bastante a un Gasparoto que no llegó a conectar. En el mano a mano, el danés no tuvo oposición. Tras la de Bjarne Riis en 1997, la de Valgren es la segunda victoria de Dinamarca en una prueba que sigue siendo esquiva para el ciclismo español, si bien Alejandro Valverde fue protagonista directo de la misma.
We have ourselves a winner: @MichaelValgren!!???????? #AGR18 pic.twitter.com/iH4c4pnEx3
— Astana Pro Team (@AstanaTeam) 15 de abril de 2018
Ofensivo Valverde en las cotas finales de la Amstel Gold Race.
La Amstel Gold Race 2018 estuvo marcada durante muchos kilómetros por la numerosa fuga (inicialmente nueve corredores: Bono, Craddock, Dunbar, Grmay, Riesebeek, Smit, Tankink, Tizza y Van Hecke) que abrió la carrera con rentas de hasta ocho minutos de ventaja. Una fuga cómoda para los intereses de los equipos con aspirantes. El Sky y el Movistar fueron los primeros que redujeron sustancialmente las diferencias, estabilizándola en torno a los 3 minutos cuando a la carrera le restaban 50 kilómetros por delante y comenzaban a dejarse ver corredores del Bahrein-Merida, el Lotto o el Quick Step. Ahí el ritmo del grupo vivió un incremento importante, una mayor viveza con la que se afrontaron los pasos por el Bemelerberg (el primero), el Loorberg, el Gulpenerberg, el Kruisberg, el Eyserbosweg, el Fromberg y el Keutenberg. Un momento de la carrera en el que, con la fuga un minuto por delante, en el grupo de favoritos se movían con mayor o menor fortuna Mikel Landa (Movistar), Ion Izagirre (Bahrein-Merida), Dylan Theuns (BMC) o incluso Kreuziger y Gasparotto.
Ofensivo Valverde en las cotas finales de la Amstel Gold Race.
Una icónica imagen de la Amstel Gold Race.
El checo y el italiano alcanzarían la cabeza de carrera en la última ascensión al Cauberg, con la meta a menos de veinte kilómetros y el grupo de los favoritos, amenazante, todavía escenario de tibias escaramuzas (que si Fulgsang, que si Van Avermaet), a una treintena de segundos. En el Geulemmerberg, penúltima cota, el murciano Alejandro Valverde protagonizó una aceleración que redujo considerablemente el grupo de los favoritos y que conformó el grupo definitivo con la llegada posterior hasta la cabeza de carrera. Una docena de corredores entre los que estaban Peter Sagan (Bora), Julian Alaphilippe (Quick Step), Tim Wellens (Lotto) o los citados Kreuziger, Gasparotto, Valgren y Fulgsang. El hueco definitivo estaba apuntalado.
En el último paso por el Bemelerberg volvería a probarlo un activo Valverde, capital para neutraliar un intento previo de Fulgsang y para dejar el grupito en ocho unidades. Ocho revoltosos integrantes entre los que se sucedieron los acelerones, las miradas y las reacciones. Valgren, que lo había probado dentro de los últimos cinco mil metros, y había sido cazado por Wellens, aprovechará el sinuoso y serpenteante tramo de aproximación hasta Berg en Terblijt para huir de la disciplina de ese grupito ante la mirada de un Peter Sagan que, a diferencia de Kreuziger, y más tardíamente de Gasparotto, no sale a tapar ese hueco. Nadie más lo haría. Y victoria para el danés, podio en esta carrera en 2016, cuando acabó segundo tras Gasparotto.
Una icónica imagen de la Amstel Gold Race.
Top-diez de la Amstel Gold Race 2018.
Top-diez de la Amstel Gold Race 2018.