El pasado 17 de enero Juanpe López sufrió una caída mientras entrenaba con sus compañeros durante una concentraciíon del Trek-Segafredo, que se saldó con fractura de su clavícula izquierda, de la que fue operado al día siguiente. Tenía previsto comenzar la temporada en la Volta a la Comunitat Valenciana, del 1 al 5 de febrero, pero esa caída lo impidió.
Dos meses después, plenamente recuperado de la fractura de clavícula y tras un intenso entrenamiento en las últimas semanas, el ciclista de Lebrija (Sevilla) hará hoy su debut competitivo en la temporada 2023. Será en una Volta a Catalunya que hoy arranca con un recorrido montañoso y un cartel de lujo. Tras un gran blouqe
“Trabajé mucho y bien y mucho en Sierra Nevada”, explica Juanpe en declaraciones facilitadas por su equipo. “Tan pronto como los médicos me dieron luz verde, subí a la altura para entrenar. Estuve allí 30 días, y el resto de mi preparación para este debut lo hice en casa. Los números, analizados con mi entrenador Josu Larrazábal, dicen que el estado es bueno, pero echo de menos el ritmo de carrera. Las primeras etapas de Catalunya las sufriré por los cambios de ritmo, pero eso lo tengo en cuenta. Para mí lo importante es sentirme bien, saber que me he recuperado por completo y volver a ponerme un dorsal en la espalda. Realmente extraño las carreras, la adrenalina, la competencia”
Juanpe López, de 25 años, forma parte del siete del Trek-Segafredo para la Volta a Catalunya junto a Giulio Ciccone -que en principio es la baza para la general del equipo norteamericano-, Quinn Simmons, Jon Aberasturi, Kenny Elissonde, Dario Cataldo y Marc Brustenga. Sobre sus objetivos en la ronda catalana, comenta lo siguiente: “Marcar objetivos concretos para un debut es complicado, hay demasiados interrogantes. Tengo que tomarlo día a día. Tenemos a Ciccone en el equipo que está fuerte. Ante todo, estaré a su lado para ayudarle. Pero si hay una oportunidad y las piernas están bien para ir al ataque, no lo dudaré”.

Juanpe López, como siempre optimisma, saca una lectura positiva de la caída y el consoghuiente parón al que se vio obligado: “Me rompí la clavícula antes de comenzar la temporada. Me perdí dos carreras en las que podría haberlo hecho bien, como la Volta a la Comunitat Valenciana y la Volta ao Algarve, pero al mismo tiempo pude poner una sólida carga de entrenamiento en mis piernas que, mirando mis intenciones (y las del equipo), puede ser beneficioso durante la temporada”.
“En Sierra Nevada lo pasé bien -añade-. A muchos ciclistas no les gustan los campamentos, pero a mí sí. Es la mejor manera de vivir al 100 por cien como un atleta. Comes y descansas bien, entrenas constantemente... Por supuesto, la distancia de la familia y los amigos se nota después de un tiempo, pero hacer lo que disfruto es un sacrificio que hago con gusto”.
Sobre las carreras carreras que tiene en su calendario, el ciclista lebrijano -10º del pasado Girto de Italia, donde vistió la maglia rosa de líder durante diez etapas- comenta que “después de Catalunya correré la Itzulia, y luego las Clásicas de las Ardenas. Mi enfoque ahora está en estos objetivos. Luego tendré tiempo para pensar en el resto de mi temporada, que actualmente incluye el Tour de Francia y luego la Vuelta a España nuevamente. Estas son dos carreras que me importan, pero quiero abordarlos con el espíritu y la mentalidad correctos”.