La vigésima etapa del Giro, tras los cambios efectuados al no poder pasar por suelo francés, constará de 190 kilómetros, saldrá de Alba y tendrá una triple ascensión a Sestriere, donde finaliza la etapa en alto.
Una jornada alpina exigente, de más de 3.500 metros de desnivel acumulado. Tras una fase de aproximación de Alba a Pinerolo en llano y por carreteras de ancho medio y recto, comienza la larga subida, interminable al primer paso de Sestriere (2ª,38 km al 4%).
Desde la cima, que no atraviesa la línea de meta, descenso a Cesana Torinese para subir a Sestriere (1ª, 6,9 km al 7,2%) por Sauze di Cesana. Esta vez se cruza la línea de meta.
Tras otra bajada a Cesana Torinese se afrontará la tercera y última subida, la que conduce cuesta arriba a la meta de Sestriere (1ª, 6,9 km al 7,2%).
Última oportunidad para los candidatos a la maglia rosa, que defenderá el neerlandés Wilco Kelderman (Sunweb) con 12 segundos de ventaja sobre su compañero australiano Jai Hindley y 15 respecto al británico Tao Geoghegan Hart (Ineos-Grenadiers).