Ion Izagirre remata a lo grande la fuga en una etapa de locura

El guipuzcoano del Cofidis vuelve a ganar en el Tour siete años después, firmando la segunda victoria española en esta edición. Jonas Vingegaard sigue líder en vísperas del final en el Grand Colombier.

Fernando Belda. Fotos: Kei Tsuji / Dion Kerckoffs (Sprint Cycling Agency)

Ion Izagirre remata a lo grande la fuga en una etapa de locura
Ion Izagirre remata a lo grande la fuga en una etapa de locura

El 23 de julio de 2016 Ion Izagirre lograba en Morzine, en la 20ª etapa de aquel Tour de Francia, la que entonces era la victoria más importante de su carrera. Siete años después -y tras haber conquistado también etapas en el Giro y La Vuelta- el guipuzcoano repite éxito en la Grande Boucle tras rematar con maestría una fuga de mucho nivel, formada tras 90 kilómetros de batalla sin cuartel en una 12ª etapa de locura. 

La escapada de 15 corredores era cinco estrellas, con Thibaut Pinot, Mathieu van der Poel, Guillaume Martin, Matteo Jorgenson, Ruben Guerreiro, Victor Campenaerts, Tobias Johannessen, Mathieu Burgaudeau, Julian Alaphilippe, Jasper Stuyven, Tiesj Benoot ,Dylan Teuns, Mads Pedersen, Andrey Amador y Ion Izagirre, que finalmente se llevó el gato al agua para lograr la segunda victoria española en este Tour, las dos logradas por ciclistas vacos tras el éxito de Pello Bilbao en Issoire. 

Fue en el último y más duro puerto del día -Col de la Croix Rosier, un 2ª de 5,3 km al 7,6%- donde Ion izagirre lanzó su apuesta ganadora. La fuga ya marchaba seleccionada con los más fuertes cuando el guipuzcoano del Cofidis lanzó un ataque demoledor con el que reventó a Van der Poel y que no encontró respuesta de nadie más. Faltaban 2,5 km para la cima y 31 hasta la meta.  

Coronó con 25" de adelanto sobre un sexteto (Pinot, Jorgenson, Benoot, Martin, Johannessen y Burgaudeauen) en el que no había entendimiento. Hasta meta restaban 28 kilómetros, en descenso en su mayor parte, en los que el pequeño de los Izagirre apretó los dientes y arriesgó para iniciar su particular contrarreloj en la que fue incrementando su renta hasta rozar el minuto a falta de 15 km. Ya lo tenía en la mano. Con Guillaume Martin -su compañero en Cofidis- haciendo de lastre, los perseguidores se movían a hachazos, sin armonía ni un trabajo de caza organizado. La labor del ciclista filósofo fue de gran ayuda para Izagirre. 

El de Ormáiztegui, de 34 años, coronó su gesta en Belleville-en-Beaujolais. Su cuarta victoria en una Gran Vuelta y la 18ª como profesional. Y de paso daba al Cofidis su segunda alegría en este Tour (Victor Lafay ganó en San Sebastián), después de 15 años de sequía del equipo en la ronda francesa. 

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Ion Izagirre rodando en solitario hacia la victoria.

A 58" llegaron a meta Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies) y el norteamericano del Movistar Matteo Jorgenson, muy activo toda la jornada y que de nuevo se quedó cerca de saborear la victoria, como en el Puy de Dóme. Tras ellos, fueron entrando un reguero de corredores de la fuga (Benoot, Johannessen, Pinot, Guillaume Martin, Teuns, Guerreiro...), y a 4´14" el pelotón principal con todos los favoritos

Después de otra jornada de mucho desgaste la única novedad en los primeros puestos de la clasificación general es que Thibaut Pinot sube hasta la 10ª plaza, a 6´33" del líder Jonas Vingegaard. Y todo ello en vísperas de un nuevo final en alto, en el Grand Colombier (17,4 km al 7,1%) en una etapa por el macizo del Jura que será aperitivo de la doble jornada alpina del fin de semana. El Tour vuelve a coger temperatura. 

 

Inicio explosivo

La 12ª etapa (entre Roanne y Belleville-en-Beaujolais, de 168,8 km) presentaba un trazado de media montaña con cinco puertos puntuables -dos de 2ª categoría en los últimos 50 km-, propicia para que triunfara una fuga de nivel. Por eso, eran muchos los ciclistas interesados en coger la misma, lo que provocó que se saliera a fuego, con infinidad de ataques que no cuajaban por el fortísimo ritmo al que se rodaba: las dos primeras horas se cubrieron a 47 km/h pese a marchar por terreno quebrado con numerosas subidas.

En el km 26, una caída en la que se vieron involucrados David de la Cruz y Quentin Pacher se saldó con la retirada del ciclista barcelonés del Astana. Horas después su equipo confirmaba que De la Cruz no sufría ninguna fractura aunque sí contusiones en el codo, hombro y cadera, así como numerosas abrasiones. 

Se volaba –con ciclistas como Van Aert, Jorgenson, Burgaudeau o Alaphilippe intentándolo una y otra vez- y el pelotón se cortó en varios grupos sin terminar de consolidarse la fuga. Por delante quedaron unos 50 ciclistas, con casi todos los favoritos de la general, y con Vingegaard y Pogacar jugetones y marcándose continuamente.  

En un segundo grupo –con varios minutos perdidos- marchaban hombres como Sepp Kuss (10ª de la general y valioso gregario del líder), Louis Meintjes (12º), Mikel Landa (14º), Ben O´Connor (17º), Egan Bernal, o el líder de la Montaña Neilson Powless. Y aún más retrasados, en un tercer lote, el maillot verde Jasper Philipsen y la mayoría de los velocistas, cuyo único objetivo sería evitar el fuera de control. Todos lo lograrían, incluído Caleb Ewan, el último en cruzar la meta junto a su compañero Jasper De Buyst, a 37 minutos. 

Un ataque de Tiesj Benoot y Dylan Teuns sería el origen de la fuga, al que se irían sumando más corredores hasta conformar una avanzadilla de quince de muchísima calidad: primero llegó Mads Pedersen, más tarde entraron Ion Izagirre, Matteo Jorgenson y Andrey Amador, y después lo harían Thibaut Pinot –el mejor de la general, 15º, a 9´36”-, Mathieu van der Poel, Guillaume Martin, Ruben Guerreiro, Victor Campenaerts, Tobias Johannessen, Mathieu Burgaudeau, Julian Alaphilippe y Jasper Stuyven. Una escapada cinco estrellas que, esta vez sí, encontró el visto bueno del pelotón, que se tranquilizó tras 90 km de zafarrancho sin descanso.

Los 15 de cabeza se acercaban al primero de los puertos de 2ª (Col de la Casse Froide, de 5,2 km al 6%) con dos minutos y medio de adelanto sobre el grupo del maillot amarillo, y más de cinco respecto al de Kuss y Landa. Poco antes de afrontar las primeras rampas, Mathieu van der Poel pasaba al ataque llevándose con él a Amador. Con las fuerzas justas, este 2ª empezaría a hacer la selección. El cinco veces campeón del Mundo de ciclocross iba desatado y tras soltar al costarricense coronó en solitario. 

En el largo descenso se produjo la fusión entre los grupos de Kuss, Meintjes, Landa y O´Connor y el del maillot amarillo, mientras en cabeza Ion Izagirre, Pinot, Jorgenson, Benoot, Martin, Johannessen y Burgaudeau llegaban hasta Van der Poel en las primeras rampas del puerto más duro: Col de la Croix Rosier (5,3 km al 7,6%), que además era bonificado. Mediada la ascensión, en sus rampas más duras, llegó el ataque del guipuzcoano del Cofidis, que nadie pudo seguir, y que acabó con el ciclista de Ormáiztegui levantando los brazos en Belleville-en-Beaujolais, tierra vínícola. Siete años después Ion izagirre volvía a reinar en el Tour.  

Mañana viernes regresa la alta montaña con una etapa por el macizo del Jura aperitivo de las dos alpinas del fin de semana. La 13ª etapa, de 137,8 km, tendrá su final en el Grand Colombier, ascensión de Categoría Especial de 17,4 kilómetros al 7,1 % de pendiente media, con varios kilómetros por encima del 10%.

Etapa 13

 

CLASIFICACIONES

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