El esloveno Tadej Pogacar ha culminado el gran trabajo de su equipo en el Galibier ganando en solitario en Valloire y enfúndandose el maillot amarillo de líder tras sacar un botín superior a los 45" .(contando con las bonificaciones) a sus más directos rivales: Jonas Vingegaard, Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Carlos Rodríguez. El esloveno y su equipo han golpeado fuerte en la primera gran cita de montaña de este Tour.
“Estoy muy feliz. Éste era a grandes rasgos nuestro plan, y lo hemos ejecutado muy bien. Ha sido una etapa de ensueño, y rematarla con una victoria en solitario es fantástico. Quería dar un golpe de efecto hoy. Confiaba en ser capaz de ganar la etapa y meterle tiempo a mis rivales”, decía en meta el nuevo líder de la carrera, que hoy ha sumado además su 12ª victoria en el Tour de Francia.
“Conocía muy bien el terreno. He entrenado mucho por aquí y me sentía como si estuviera corriendo en casa mientras subíamos Sestrière y Montgenèvre. -explicó el esloveno-. Soplaba un fuerte viento de cara en el Galibier, así que se notaba mucho ir a rueda. No obstante, mi equipo hizo un gran trabajo para cribar el pelotón. No quise precipitarme en atacar precisamente por el viento, así que me guardé hasta lanzarme a 800 metros de la cima para marcar tantas diferencias como fuera posible. Conozco este descenso, y eso me ayudó mucho pese a que me llevé un pequeño susto cuando vi que las primeras curvas estaban húmedas”
“El balance es bueno, sin duda. Puedo estar contento con la posición que ocupo en la general y con la forma física en la que me encuentro. No obstante, todavía quedan tres semanas muy duras. Esta misma semana, en particular, hay una contrarreloj que puede crear nuevas diferencias”, concluía Pogacar.
