El esloveno Tadej Pogacar es el virtual ganador del Tour de Francia tras la disputa de la última gran etapa de montaña, en la que ha entrado tercero a rueda de su má rival Jonas Vingegaard, con el que mantiene una importante diferencia de 4´24".
El esloveno reconoció que quería ganar la etapa pero que no encontró colaboración en los últimos kilónetros en al persecución de Thymen Arensman, el ganador en La Plagne. "Hicimos un muy buen trabajo hasta la última subida. Entonces algunos corredores pensaron que podían hacer los 19 kilómetros de la subida final al sprint, y marcaron un ritmo súper alto desde abajo. Ataqué en cuanto Decathlon dejó de tirar, pero fue demasiado pronto. Pensé que Jonas [Vingegaard] querría ganar la etapa, como yo, pero se limitó a seguir mi rueda. Cuando Arensman atacó, decidí no seguirle y marcar un ritmo defensivo con el que me sintiera cómodo. Nadie más contribuyó a la persecución, y Arensman iba demasiado fuerte para mi ritmo defensivo. Estuvimos a punto de alcanzarle, pero no lo hicimos y se mereció la victoria", explicaba en meta.
Pogacar reconoció que está contando los kilómetros para llegar a París y que el Tour se le está empezando a hacer largo. "Iba contando los kilómetros que quedaban para París mientras tiraba. Tuve que marcar el ritmo durante casi toda la subida, y llegué bastante cansado a meta. Han sido tres días muy duros y estoy contento de que la etapa de hoy haya terminado. El Tour de Francia se me está empezando a hacer largo. Con el tiempo que hace hoy, y la ceremonia de después... Sólo quiero ir al autobús y darme una buena ducha caliente. Esto es el Tour de Francia, y nunca se sabe lo que puede pasar. Tenemos que mantener la concentración durante dos días más".