El esloveno Tadej Pogacar afronta con confianza la última semana del Tour de Francia, con un colchón de más de cuatro minutos sobre su máximo rival, el danés Jonas Vingegaard, pero sabe que tendrá que estar preparado para responder a ataques en las etapas montañosas que quedan.
En la segunda jornada de descanso del Tour, el corredor del UAE no da por cerrada esta edición de la carrera, mira con ambición algunas de las jornadas que quedan por delante, porque son "icónicas" y porque en algunas de ellas fue derrotado en 2022 ó 2023, lo que atiza todavía más su motivación.
"Tengo confianza y creo que debo tenerla. Pero sé también que Jonas también la tiene, porque está en una gran forma como demostró en la crono o al día siguiente en Superbagnères donde estuvo muy bien", señaló el campeón del mundo, que aventaja en 4´17" al danés.
Los próximos días pasan por tener una buena preparación, desveló, "estar concentrado, comer bien, dormir bien, mantener una buena relación con el equipo y tener confianza porque la última semana va a ser muy dura". "Estamos listos para luchar contra quien sea, pero sobre todo contra Jonas", insistió.
Camino de su cuarto Tour, ganador ya de cuatro etapas esta edición, Pogacar no descarta que su mejor defensa sea el ataque y confiesa que algunas de las jornadas que quedan por delante tienen un gusto particular para él. "Hemos estado en Hautacam (donde fue humillado en 2022) y vamos al Mont Ventoux y al Col de la Loze, donde Jonas me ganó. Pero veremos cómo se presenta la situación", aseguró el defensor del título.
Su concentración es total en el Tour de Francia, hasta el punto de que el esloveno no confirmó si estará en la próxima Vuelta a España, que figuraba en su calendario inicial tras la ronda gala. "En mi cabeza solo están las seis etapas que quedan en el Tour. Tomaré la decisión (sobre la Vuelta) tras el Tour. No me estresa pensar en lo que queda de temporada. Sigo concentrado en el Tour y después decidiré en función de las posibilidades que crea que tengo", indicó.