Kenny ya no es aquel chaval que corría para divertirse. Tras debutar como profesional en 2016 en el Klein Constantia -donde coincidió con Enric Mas, García Cortina, Schachmann y Cavagna- y tras algún tiempo como stagiaire en diversos equipos, el Wallonie Bruxelles (actual Bingoal) llamó a su puerta.
Frente al autobús de su equipo, el Bingoal, numerosos fans coreaban su nombre. Y lo mismo en aquella escapada en la Kuurne-Bruselas-Kuurne donde los aficionados incluso portaban carteles. ¿Demasiados elogios para un modesto debutante en la categoría? Es el curioso caso de Bas Tietema.
“¡Grande, Igor, eres un campeón!”, escucha de un vecino. Su agradecimiento, envuelto en un saludo, es tímido. Sus gestas, en cambio, se vislumbran atrevidas. Ya generan elogios.
Cuando los médicos accedieron a dejarle salir en bicicleta, aunque sólo fuera una hora y acompañado, volvió a sentirse vivo. El ciclista riojano del EOLO-Kometa -duro como una roca- mira el futuro con optimismo tras ser operado en noviembre de un tumor cerebral.
Su paso por las categorías inferiores puso de acuerdo a todos sus directores: era un chico veloz; sólo tenía que ordenar esa fuerza. Hace unas semanas, en su Torrevieja natal, rozó la victoria en la 4ª etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana ante algunos de los más grandes velocistas del pelotón.
A sus 37 años, aconsejar a los compañeros que empiezan a conocer el profesionalismo le llena tanto como disputar las grandes carreras. Esta es la historia de Mikel Nieve, un gregario ejemplar que cuenta en su palmarés con grandes victorias.
El austriaco aparcó la idea de ser esquiador tras una lesión para dedicarse de lleno a la bicicleta de carretera. Ahora afronta con renovada motivación su segunda temporada en el Movistar Team, tras un primer año repleto de infortunios.
A sus 25 años el ciclismo le ha descrito como un tipo potente. Capaz de darlo todo por sus compañeros, pero también de poner en apuros al mismísimo Colbrelli en el Memorial Marco Pantani. Esta es la historia de Vincenzo Albanese.
Ya no es aquel joven aventurero que viajó a Europa bajo la tutela de los hermanos Fukushima. Ahora, consolidado como un fiel y valioso gregario, el del Bahrain Victorious es un hombre curtido en mil batallas. Esta es su historia.
"Se desmotivaba con la rigidez de un deporte que le obligaba a medirlo todo... bajo la dictadura de un potenciómetro que aún hoy sigue odiando. A él le gustaba ir a la grupetta de su paisano Alejandro Valverde, para picarse sin pensar en ningún objetivo".